LOS OJOS Y LA BOCA DE MI CASA

Publicado por el 23/05/2018. Categoría: Blog

La situación de nuestro hogar es importante pero más aún lo es cómo llegamos a él. La puerta será la boca y nuestras ventanas sus ojos. Es el símil perfecto que desde “Personas y Espacios” hemos encontrado para definir estos aspectos tan esenciales para nuestra vida y el entorno en el que vivimos.

Todo lo anterior es importante por dos razones:

  1. Porque la “puerta” y las “ventanas” son la entrada de nuestra energía vital, el “Chi” Ambos medios constituyen las primeras impresiones de llegada a lo que se considera tu paraíso personal y el de tu familia frente a los invitados: amigos y otros vecinos de tu comunidad.
  2. Análogamente las “ventanas” constituyen nuestros ojos a través de los cuales miramos hacia fuera la realidad que nos rodea.

Otro de los elementos importantes lo constituye la zona de la puerta principal de nuestra casa donde impera una energía activa que llamamos “Yan” y, cuya ubicación ideal se corresponde con la parte derecha desde una visión del exterior de la vivienda y, con la orientación al naciente de forma que el sol de la mañana impregne toda la estancia.

Se aconseja una entrada bien iluminada, amplia y acogedora, que de la bienvenida a la buena suerte y que atraiga personas útiles y nuevas oportunidades a tu hogar. Embellécela con flores, una alfombra y/u otra ornamentación que contribuya a su personalización, pero siempre respetando criterios de armonía y de fácil accesibilidad.

Si tienes la oportunidad de construirte tu vivienda, debes tener en cuenta el tamaño de la puerta, debe ser proporcional a la edificación para que se generen relaciones armónicas desde el punto de vista energético. Cuando es demasiado grande, el Chi emprenda la huida y no llegue bien a la casa y sus habitantes pueden sentirse con falta de energía. Y por el contrario, si es demasiado pequeña no facilita que entre con comodidad y las personas que allí habiten pueden tener la sensación de opresión. La puerta ideal es que sea más grande que el resto de las puertas de la casa y que se sitúe en el frontal de la misma.

Si tu vivienda está dentro de una parcela privada, establece un camino hacia la puerta principal que sea lo bastante amplio como si cupieran dos personas juntas. Que sea un sendero sinuoso, bien iluminado y con plantas que deben mantenerse sanas, teniendo cuidado de que su vegetación no moleste o invada el paso. Nunca hacer coincidir la cancela de la finca con la de la entrada de la vivienda.

La puerta debe abrir hacia el interior y, con ángulo total de apertura. Deberá cuidarse su buen estado y mantenimiento, transmitiendo seguridad y confort. Evite los “crujidos” y sonidos de deterioro. Recuerda que este elemento transmite información de ti y del resto de personas que allí viven. Si incorporas algún elemento de llamada: timbre o campana, selecciona un sonido agradable y de correcto funcionamiento.

Recuerda que incluso en la casa más humilde hay posibilidades para un macetero con flores frescas o plantas de temporada, ello acompañado de una alfombra son buenos elementos de acogida y bienvenida al visitante y a ti mismo.

Una vez traspasado el umbral, el recibidor es la continuación de esa cálida bienvenida, procura no sobrecargarlo manteniéndolo limpio de objetos transitorios como: bolsos, llaves, correo, abrigos, juguetes etc. es importante que la entrada acoja bien la energía que se distribuirá en el conjunto de tu casa. Este es el lugar donde se une la energía de las personas que llegan al hogar y las que allí conviven.

Otro de los elementos importantes son las ventanas, éstas al igual que la puerta de entrada debe mantener cierta proporcionalidad con respecto al resto de la edificación. Las ventanas excesivamente grandes producen una fuga de la energía “Chi” y, en el caso contrario, no permiten recibir ni la luz ni la energía adecuada.

Al Igual que la puerta deben de mantenerse en un estado impecable, con fácil manipulación en su apertura y cierre y, con esmerado cuidado en su limpieza.

Estas entradas de luz, deben estar protegidas con cortinas para evitar lo que en Feng Shui llamamos corrientes de “Chi”. No son necesarios los tejidos tupidos, basta con tamizar la entrada y salida de la luz. El objetivo es proteger el “Chi”.

Evita habitaciones sin ventanas o con exceso de ellas. Utiliza preferentemente ventanas de hojas limpias y no fragmentadas.

Ten presente no mantener ningún elemento deteriorado o en mal estado en puertas y ventanas:  cerraduras, tiradores, vidrios dañados, etc. Obsérvalos y sustitúyelos lo antes posible.  Mantener los desperfectos es atraer la mala suerte y la desarmonía energética en tu hogar.

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Fabiola Domínguez

“El espacio te hará brillar”

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